Las esculturas de Brian Mock presentan una serie de animales que parten de chatarra reutilizada. Las tuercas y tornillos que componen la colección de animales de metal de Brian Mock son precisamente eso, tuercas y tornillos.
Mock transforma la chatarra en esculturas de animales con elementos metálicos como pequeños muelles, herramientas, cubiertos y otros desechos recuperados de talleres de automóviles y centros de reciclaje. Su trabajo comienza con una investigación sobre la conducta de cada especie, para luego hacer un boceto que finalmente, con la ayuda de lijadoras, discos de corte y una soldadora, se transforma en un resplandeciente búho, un oso o un leopardo de las nieves al acecho.
La revolución del metal en las esculturas de Brian Mock
En los últimos años de la década de 1990 comenzó a esculpir con metal reciclado y despertó su pasión creativa. Desde entonces sus habilidades de soldadura autodidactas han evolucionado con un arte y una destreza artesanales que caracterizan su obra.
“Dar una nueva vida a viejos objetos cotidianos en forma de escultura es un proceso artísticamente exigente pero gratificante. Mi obra está diseñada para poner de relieve el ingenio y fomentar la participación del espectador. Las reacciones del público alimentan mi creatividad y me ayudan a dar vida a mis visiones”.
Brian creció cerca de Portland, Oregón y pasó su juventud dibujando, la mayor parte de su vida adulta pintando y tallando madera. Además, trabaja exclusivamente por encargo y tiene varios proyectos en marcha, como una escultura de perro, un rostro humano y unas botas vaqueras.
Las obras de Brian están expuestas en galerías desde Nueva York hasta Maui, en espacios públicos y en numerosas publicaciones, incluidos dos libros de arte. Sus esculturas han sido compradas por varios hoteles de lujo del país, por incontables coleccionistas internacionales y por el museo “Ripley’s Believe It or Not”. Podéis seguir su obra en Instagram.