La escultura pixelada de Toshiya Masuda tiene una estética retro que mezcla lo digital con técnicas analógicas de esculturas de cerámica. Este artista japonés mezcla las imágenes pixeladas de baja resolución propias de los primeros mundos virtuales con objetos cotidianos de un momento histórico similar de la cultura pop.
Los borrosos cubos de arcilla pintada componen un radiocasete rojo brillante y una cinta de casete, unos Converse de caña alta y una cámara Polaroid con fotografías arrugadas saliendo de su carcasa. Masuda fusiona dos formas diversas para crear lo que él llama un “vacío de imagen”, una extraña sensación de que lo irreal se hace algo tangible.
Las esculturas, nostálgicas y juveniles, evocan la evolución tecnológica y nuestra cada vez mayor dependencia a los dispositivos. “Pertenezco a la generación en la que los objetos digitales aumentaron gradualmente su presencia en nuestras vidas… Uno de los aspectos más importantes para mí a la hora de crear mi obra es que exprese la época en la que vivo”.
La escultura pixelada de Toshiya Masuda desdibuja la línea entre lo real y virtual
Masuda construye objetos pixelados con arcilla utilizando materiales y técnicas tradicionales para lograr un efecto digital. Creando esculturas de zapatillas de tenis, huevos fritos y pelotas de béisbol que parecen directamente sacadas de un videojuego. Diseñando sus obras para que parezcan digitales, el artista consigue dotar de una cualidad tangible a las imágenes basadas en el ordenador o la televisión.
Gracias a su creatividad y a la mezcla de cerámica con objetos digitalizados la cerámica de Masuda se ha robado la atención. Con su escultura, Masuda desdibuja la línea que separa lo real de lo virtual, algo cada vez más habitual en estos tiempos. Hace algunos años, Keiko Art International realizó un cortometraje que documentaba el proceso y el pensamiento de Masuda y que merece la pena ver (Enlace). También podeis conocer mas sobre su obra entrando en su web.
