Bordados realistas con forma de verduras frescas, brotan de la delicada obra textil de la japonesa Konekono Kitsune, quien empezó con esta técnica bordando una historia de un gato que crecía en un tulipán, pero pronto notó que los gatos bordados y las situaciones imaginarias no se le daba muy bien, después por casualidad empezó con las verduras y descubrió que su fuerte eran los bordados realistas.
Al mirar la obra de Konekono Kitsune Tokio parece más un puesto de mercado campesino que un taller de tejidos. Utilizando muchas capas de hilo y en ocasiones una base de fieltro, la artista cose col rizada, repollo y otras verduras muy parecidas a las de la vida real; el verde de los tallos de brócoli, la vaina de las habas que se abre para revelar su interior mullido y las apretadas hileras bordean un boniato de superficie ondulada.
La historia detrás de los bordados realistas de Konekono Kitsune
El nombre de esta cautivadora artista japonesa es muy poético: Konekono Kitsune, que significa “gatito con aspecto de zorro”. Su abuela era una maestra del bordado, por lo que Konekono Kitsune conoció desde pequeña este arte de la aguja y el hilo. Pero cuando llegó a la edad adulta, abandonó el arte de elaborar cosas con sus manos.
Con su hermana comparte las verduras que cultiva en su huerto. Konekono Kitsune se inspiró de repente, y empezó a coser una verdura, y descubrió que tal vez era “mejor cosiendo cosas reales que imaginarias”. Entonces compartió su bordado en Instagram y tuvo muchísimos likes, lo que la hizo muy feliz y la motivaron coser uno tras otro. “No sé por qué, ¡pero mis verduras parecen vivas!”.
Para crear sus piezas únicas, tiene que observar la verdura mientras está fresca, para plasmar sus detalles antes de que “se dañe”. En el caso de las obras más grandes, tiene que “¡comprar muchas veces la misma verdura!”.
