Las casas de hormigón inflado estan creadas con la técnica “Binishell”. Su inventor, Dante Bini, las creó en los años sesenta y construyó 1.600 en 23 países. Este método necesita equipos complejos y de un alto coste, pero se mantiene como una de las formas más rápidas y rentables de construir estructuras en forma de cúpula, estructuras monolíticas y estructuras de cubierta de hormigón. Un gran aporte a la arquitectura sostenible.
Las “Binishells” originales son circulares y están armadas con un sistema de muelles y barras de refuerzo. La tecnología se basa en las estructuras aéreas, que se levantan igual que un globo. Además, Bini se inspiró en la cúpula de un equipo de tenis neumático. El primer Binishell se construyó en 1965. Su diámetro era de 12 metros, su altura de 6 metro.
Las aplicaciones de los Binishells van desde escuelas, viviendas, pueblos turísticos, estadios deportivos, almacenes, silos y discotecas. En 1978 se inauguró un ejemplo de Binishell como pabellón deportivo para el Malvern Girls College. Este “Binishell” tenía un tamaño de 36 metros de diámetro.
Las casas de hormigón inflado son una maravillosa opción de refugio
Estos “Binishells” inicialmente se crearon como una opción arquitectónica para construir refugios, viviendas de bajo coste y otras instalaciones como escuelas, bases militares y estadios deportivos, para personas desplazadas, refugiados y evacuados. La estructura original del Binishell, con más de 50 años de antigüedad, aún se mantiene en pie en toda su gloria a pesar de haberse expuesto a algunas condiciones extremas, como las erupciones volcánicas y los terremotos recurrentes en el monte Etna.
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A diferencia de los refugios de emergencia tradicionales, que se levantan por todas partes en tiempos de crisis, los Binishells están concebidos para ser permanentes. La mayor parte de los materiales pueden obtenerse localmente y la técnica de construcción puede aprenderse con gran rapidez.
Actualmente, Nicoló Bini, hijo del cerebro de los “Binishells” ha evolucionado la técnica de su padre para crear esas conchas con fines arquitectónicos de vivienda, por lo que crea unos simpáticos bungalow viables para construir espacios en los países en desarrollo, y se ha embarcado en una misión para demostrarlo. El elevado coste de comprar, construir o alquilar una vivienda es algo que realmente angustia a muchas personas de todas las edades en todo el mundo.
Los Binishells en España y en otras partes del mundo son ya una realidad, muchas ciudades y pueblos están adoptando esta forma de construcción y deseamos que pronto podamos verlas en más lugares.
