Nadie imaginaría que una relación traumática con el agua, generaría una pasión por la fotografía subacuática.
Cuando Elinleticia Högabo era niña, casi pierde la vida bajo el agua, sin embargo, sentía que allí abajo, sumergidos, en el profundo silencio, todos eramos iguales, ya que ella carecía del sentido de la audición desde su nacimiento, hasta cumplir los 10 años, cuando le implantaron un audífono que le ayudo a recobrar la audición.
La cámara fotográfica se convirtió en su escudo de seguridad contra el mundo exterior, la fotografía entonces se convirtió en su lenguaje.
Elinleticia descubrió su pasión subacuática cuando fue seleccionada para una exposición centrada en Rusalka, una criatura similar a una sirena, que hace parte del folclore eslavo.
Ella trató de capturar imágenes de sujetos sumergidos, desde arriba, sin ella entrar al agua ya que su trauma seguía vigente, pero en busca de mejores fotografías, decidió sumergirse venciendo sus miedos, y con una cámara submarina, se entregó de nuevo al profundo mundo del silencio.
“El concepto de mundo silencioso proviene del hecho de que bajo la superficie del agua, es un mundo silencioso en el que tú, como las personas que oyen completamente, escuchas tan poco como yo”, Dice Elinleticia Högabo.
Hoy en día, se sumerge sin miedo y captura sujetos bajo el agua que flotan o caen al suelo lleno de algas.
Un historia no solo de arte, sino de superación, que nos demuestra que al vencer los miedos y salir de nuestra zona de confort los resultados siempre superarán nuestras expectativas. Sigue su trabajo en Instagram.
Conoce también el trabajo de Mallory Morrison otra fotógrafa apasionada por la fotografía subacuatica.
