Fotografía arquitectónica tomada por el reconocido fotógrafo Andrew Moore que muestra a una cuba majestuosa pero decadente a finales de los 90 con una exquisita arquitectura, llena de historias y recuerdos.
Andrew Moore es reconocido por sus series fotográficas arquitectónicas en las que trabaja por largos periodos de tiempo, como en este caso con Cuba, la serie fue tomada entre septiembre de 1998 y enero de 2001.
Moore viajó a Cuba para conocer a sus habitantes y fotografiarlos en su entorno, en estos viajes tomó más de 700 negativos en color de 8 x 10, registrando un momento particular de la historia del país, mostrado principalmente a través de su arquitectura.
Fotografía arquitectónica decadente y hermosa
Moore logra captar los hermosos interiores de las construcciones interiores, generalmente lujosos, con mármol y detalles dorados, llenos de una decadencia que al mismo tiempo se convierte en estético y bello.
Vemos como se desprende la pintura del techo, dejando al descubierto la estructura de madera que aún resiste no solo la construcción, sino el peso de la historia.
Ventanas rotas en mal estado, asientos disparejos y electrodomésticos que se convierten en muebles, todo fuera de lugar pero en una nueva forma de vida.
Una serie fotográfica (ver web) que en su mayoría ha sido tomada en zonas urbanas, nos seduce con imágenes que muestran como la arquitectura y la sociedad se adaptan y generan un modo de vida de una comunidad.
“La Habana está construida en vertical, con tejados de tejas, techos altos y altas ventanas que rodean los patios centrales y ofrecen alivio del feroz calor y del sol, La luz del día es generalmente dura y crea sombras profundas, mientras que por la noche, que cae rápidamente, la ciudad es bastante oscura con poca iluminación en las calles. Las paredes exteriores se blanquean con el tiempo por el sol, y el verde y la vida vegetal crecen en exuberantes mechones desde las jardineras y los chalets ajardinados”
