La serie de esculturas de Keita Miyazaki “Excess of Desire” esta creada con materiales que combinados entre sí sugieren un lenguaje visual nuevo y original. Piezas metálicas de motores de coches inservibles son soldadas y unidas a delicados origamis, crear una vegetación exótica o criaturas de ciencia ficción, evocando nuevos organismos nacidos en la vida de ultratumba de una economía global. Con esta obra, Miyazaki explora las dualidades de solidez y fragilidad, de lo decorativo y de lo práctico, la liviandad y la pesadez.
En esta serie, las eclécticas esculturas simulan crecer del suelo o brotar directamente de los pedestales y en los extremos de las piezas florecen abanicos de colores y espirales de papel plegado, a los que se unen estas piezas de repuesto automotrices para hacer referencia al boom de la automoción en el siglo XX y a los avances tecnológicos.
Las esculturas de Keita Miyazaki cuestionan el consumismo la banalidad
El artista cuestiona la banalidad del exceso de la sociedad adinerada y crea su obra dentro de un concepto de utopía y distopía y en línea con otros artistas que reutilizan elementos desechados del mundo industrializado para su obra, Miyazaki se ha hecho su propio camino, con una estética que combina influencias orientales y occidentales. En sus obras aparecen materiales compuestos por un lenguaje visual original y desconocido.
En sus esculturas incorpora piezas rigurosamente seleccionadas, como los silenciadores especializados que se fabricaron ilegalmente en las décadas de 1980 y 1990, que alcanzaron gran popularidad porque servían para aumentar el nivel de ruido del coche y producir un sonido muy específico, que paradójicamente terminan siendo parte de estas figuras escultóricas que simulan elementos biológicos y de otro mundo, mezclan el peso de los motores de coche desechados con la ingravidez del papel doblado y el fieltro cosido. Podéis ver más de esta ecléctica obra en la web del artista y seguirlo en Instagram.
