El estilo surrealista contemporáneo de Tetsuya Ishida es conocido por los retratos de la vida urbana japonesa con su mítico estilo en el que cuerpos humanos realistas son fusionados con electrodomésticos cotidianos, maquinaria industrial, arquitectura civil y formas animales. Sus pinturas tratan temas como el aislamiento, el consumismo, las ansiedades en el mundo académico y profesional y la banalidad urbana.
Ishida, quien perteneció a la “Generación Perdida” de Japón, presenció personalmente la decadencia económica de su país, que comenzó en los años noventa y se extendió hasta la década de 2000. Desde entonces, la ansiedad típica de su grupo de edad afectó a su percepción de un futuro próximo en el que Japón se veía sombrío, urbanizado y dominado por profesiones asalariados de mediana edad.
La enfermedad mental cuya era un atributo crucial de su obra, tuvo una visión controvertida del futuro de Japón que afectó a su vida personal y se ha atribuido a su muerte tras ser arrollado por un tren en 2005, con lo cual críticos de arte, historiadores y expertos en arte consideraron que se trataba de un acto suicida y señalaron que los retratos de hombres jóvenes y los temas recurrentes de la enfermedad mental, el exceso de trabajo y la muerte eran autorretratos del propio Ishida.
Conceptos que protagonizan el estilo surrealista contemporáneo de Tetsuya Ishida
Las obras de Ishida expresan un sentimiento inquietante y sombrío a través de una paleta de colores tenues en la que predominan los negros, los grises y los tonos azules pálidos. La mayoría de los protagonistas suelen ser niños y hombres, y a cada uno de ellos le asigna un papel específico: estudiantes de secundaria y universitarios y empleados de cuello blanco. Sus rostros son casi siempre iguales y transmiten sensaciones de dolor, desesperanza y agotamiento.
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La obra de Ishida abarca tres temas principales: La identidad y la función de Japón en el mundo actual; sus estructuras sociales, educativas y profesionales; y el esfuerzo de los japoneses por adaptarse al rápido avance de la tecnología. Estos temas incluyen el aislamiento, la ansiedad, la crisis de identidad, el escepticismo y la claustrofobia, que invaden toda la obra de Tetsuya Ishida.
