Las obras de empaste de Lerma evolucionan a partir de un retrato de pintura que se basa en el contorno general de la figura sin ningún detalle distintivo.
Para crear estos gruesos y abstractos retratos, el artista cambia su pincel por pesadas escobas comerciales que trazan las líneas de los bocetos preliminares, logrando una pintura de empaste delicada, inmensa y muy abstracta.
“El proceso de estas pinturas es laborioso. Hago mi propia pintura y fabrico mis soportes. El material es pesado y poco manejable”, explica , “Se hace de una sola vez porque se seca muy rápido, por lo que el margen de error es mínimo”.
Minimalismo abstracto en las obras de empaste de Lerma
Los amplios y gruesos trazos de pintura en sus retratos, hacen la forma del pelo o del cuello del sujeto, dejando bordes gruesos alrededor de la silueta y una sólida gota de pigmento al final de cada trazo que marcan su estilo.
Los retratos que miran de frente, dividen la figura por la mitad utilizando tonos complementarios del mismo color, para reflejar cada lado del rostro.
Lerma tiene una formación en ciencias sociales, historia y derecho, por lo que gran parte de sus primeras obras giraban en torno a la interpretación de sus investigaciones y proyectos más personales.
“En los últimos trabajos he eliminado mi dependencia de la historia y la investigación y ahora me concentro en hacer retratos”, explica. “Es una estética accesible, táctil y desarmante, pero lo absurdo permanece quizás en la excesiva materialidad”.
Ahora Lerma (Instagram) “trabaja a la inversa”, crea retratos partiendo de una imagen concreta y la reduce a la forma más minimalista posible. “Es una obra grande pintada a la manera de una obra pequeña, y creo que eso tiene el efecto psicológico de hacer que el espectador se sienta pequeño”, comenta el artista.