La artista londinense Daisy Collingridge nos enseña sus perturbadores bloques amorfos de tela y goma espuma para formar trajes corporales con este aspecto tan creepy.
Con nombres como Burt, Clive o Lippy, cada miembro de la familia de “disfraces” de Daisy Collingridge tiene una personalidad que se asemeja a su forma. Inspirándose en la anatomía humana e impregnados de elementos de fantasía, Collingridge dice que los trajes son un ejercicio para “transportar el acolchado a un extremo absoluto“.
Cada nuevo personaje se compone del siguiente proceso; Comienza primero con la construcción de la cabeza, se rellenan con bolitas de plástico y se cosen para formar glóbulos de varias formas y tamaños. Después de que se haya formado la estructura corporal, la artista comienza con tedioso proceso de coser a mano las manchas.
Cada una de los inquietantes disfraces de Collingridge le toma aproximadamente unos dos meses de trabajo.
Los trajes de Daisy Collingridge(web) son una estupenda y llamativa alegoría sobre la imagen corporal y los ideales del cuerpo, una forma de reflejar la forma humana con elementos de fantasía.