Vasijas de cerámica inspiradas en la naturaleza y las formas del cuerpo humano

Las vasijas de cerámica de Ariana Heinzman, están adornadas con llamativos motivos que muestran alegres formas botánicas. Desde su taller en la isla de Vashon (Washington), la artista convierte las esbeltas formas del cuerpo humano en recipientes de arcilla maleables.

Las piezas están cubiertas de coloridos diseños botánicos y gruesos contornos, que se transforman en elegantes formas de las que nacen nuevos brotes y flores. Los llamativos y frondosos dibujos evocan el Jardín del Edén, tal como lo explica Heinzman, y representan el impulso de cubrir la figura desnuda con capas de ropa.

El proceso intimo y personal de Ariana Heinzman para crear estas vasijas de cerámica

La obra de Ariana (web) representa la relación inseparable entre la tierra, el cuerpo y la naturaleza. Cada piezas está elaborada con técnicas simples y hechas a mano lo que hace cada pieza particular e irrepetible. El proceso de creación de la artista se lleva a cabo de forma intuitiva, sin vacilar, Heinzman no se busca la perfección, sino el interés por lo que aparece en la prisa de crear algo perfecto.

Todo comienza con un trozo de arcilla; a partir de ahí, se forman capas para dar a la forma. Los rollos se alisan y se dejan secar parcialmente. Una vez endurecidas, se corta la forma de la hoja. La pieza se cuece al horno, y luego, con esmaltes de colores se dibujan a mano los motivos sobre la forma. Se necesitan capas adicionales para obtener un color más intenso.

Aunque la superficie exterior de la forma tiene un acabado mate, el pigmento se ha cocido a máxima temperatura y, por lo tanto, puede mojarse y no se desvanece con el sol. No obstante, como todas las vasijas de cerámica, hay que tener especial cuidado de mantener las vasijas secas en caso de temperaturas bajas. Al igual que ocurre con la madera, con el paso del tiempo pueden aparecer marcas o rozaduras en la superficie. Se puede utilizar un aceite fino para dar brillo a la superficie.