El Museo de Arte de Cincinnati descubre, dentro de cientos de tesoros de la colección de arte de Asia Oriental, un misterioso espejo del siglo XVI que revela una imagen oculta cuando se ilumina. La pieza había pasado gran parte de las décadas anteriores en el archivo, en una estantería de la bodega junto a otros objetos excluidos de la exposición pública
Cuando los espejos de cristal no existían, la gente se miraba en el bronce abrillantado para ver su reflejo. A menudo, estos objetos tenían símbolos y dibujos tridimensionales fundidos en el lado opuesto a la superficie reflectante convexa, pero otro conjunto de objetos muy artísticos contenía una capa de misterio adicional.
¿Como fue el descubrimiento del misterio espejo en el Museo de Arte de Cincinnati?
Cuando la conservadora Hou-mei Sung, investigaba en los archivos del Museo de Arte de Cincinnati, encontró algo que parecía ser un espejo común y corriente con pátina e impreso con el nombre del Buda Amitābha. Sin embargo, después de una inspección más minuciosa, se dio cuenta de que la pequeña pieza de bronce revelaba una imagen oculta de la figura espiritual rodeada de rayos cuando se iluminaba.
Esta obra, llamada “Espejo mágico” (enlace), es extremadamente rara y forma parte de una pequeña colección de arte con objetos que penetran en la luz y que se remontan a la dinastía Han (202 a.C. a 220 d.C.); se cree que sólo existen unas pocas piezas budistas similares de China y Japón, que se conservan en el Museo de Shangai, el Museo Nacional de Tokio y el Museo Metropolitano de Arte.
El espejo descubierto por Sung se considera el más antiguo encontrado y, aunque no está claro de qué manera crearon las piezas los antiguos artesanos, es posible que se tratara de una pieza de ornamentación religiosa colgada en un templo o en la casa de una familia adinerada.
