La escultura y pintura de Tanya Gomelskaya trasciende las fronteras del arte tradicional al fusionar a la perfección estas dos expresiones. Sus creaciones estimulan la exploración sensorial e inspiran en el lienzo formas tridimensionales. Detrás de sus composiciones se esconden emociones en movimiento, ansiedades que se armonizan y dudas sobre las que conversar.
Estas obras mixtas invitan a experimentar otra dimensión del arte y despiertan nuevas perspectivas de la existencia. “Mis cuadros representan la forma en que intento navegar por este mundo: equilibrando mis ansiedades y fortalezas, el miedo y la valentía, la duda y la confianza en mí misma, todo ello empaquetado en un exterior compuesto”.
La escultura y pintura de Tanya Gomelskaya ofrece una experiencia visual y sensorial única
Tanya combina la escultura y la pintura para crear una experiencia visual y sensorial única. Los elementos que sobresalen del lienzo aportan un toque tangible que invitan al espectador a explorar la obra con los ojos y con las manos. Este planteamiento multidimensional genera una sensación de dinamismo y energía en la obra, haciendo que la obra se convierta en algo rea
La artista rusa afincada en estados Unidos desde los 5 años, se declara una obsesionada de la piel y pasa muchas horas estudiando sus manos. Observa cómo su piel se estira sobre el hueso, cómo las yemas de los dedos se vuelven casi translúcidas a la luz del sol, y descubrir toda la paleta de colores dentro de la uña del meñique, es su pasión. “Decir que estoy obsesionada con pintar la piel es quedarse corto”.
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Las imperfecciones son la clave en busca de la verdad y redefinen lo que para la artista significa la belleza. En ocasiones recorta sus pinceles hasta dejar sólo unos pocos pelos para plasmar los detalles más sutiles, de los que sólo se ven al mirar de cerca. “Invito a mis espectadores a mirar más de cerca, tanto en sentido literal como figurado”. Conoce más de esta obra tridimensional y maravillosa en la Instagram.
