Shamsia Hassani, pintora que ha dado clases en la Universidad de Kabul, está considerada la primera mujer artista callejera de Afganistán.
Las obras de Hassani representan el papel de la mujer en una sociedad dominada por los hombres y muestran la batalla entre la luz y la oscuridad que ha esclavizado su rol dentro del “hogar”.
Con el tiempo ha ido afianzando su estilo y resaltando su personaje característico; una mujer con los ojos cerrados y sin boca, el cual ha pintado por todo el país, en muros, en edificios bombardeados y hasta en lienzo.
El camino de Shamsia por el mundo del grafiti no ha sido fácil, cuando inicio su obra, el país se volvió más peligroso y no podía salir a la calle. También hubo otros problemas culturales a los que tuvo que enfrentarse.
“La gente en Afganistán no está en contra del arte, pero sí de las actividades de las mujeres”, dijo. “Así que cuando alguien me veía fuera haciendo grafitis, me decían malas palabras, maldecían, y algunos lo llamaban pecado”.
Shamsia afirma que, tras la caída de los talibanes en 2001, a pesar de la guerra, la situación de las mujeres mejoró realmente.
“Durante estos veinte años, muchas mujeres se desarrollaron en diversos campos como la educación, el comercio, la cultura, la medicina, etc. El progreso fue lento pero muy prometedor”.
Pero, por desgracia, las cosas acaban de cambiar. “Ahora, con el regreso de los talibanes (todavía no me lo creo del todo cuando digo esto), muchas mujeres están abandonando el país y… no ven un futuro brillante. El resultado de todos estos años de esfuerzo ha sido para nada”. Confiesa la artista.
Por suerte, Hassani está a salvo pero, para su decepción y tristeza, ha tenido que abandonar su país.
Para conocer más a Hassani visita su (web) y síguela en (Instagram).