Un proyecto de arte urbano que relaciona la preocupación por el medio ambiente y la justicia social lleva ya ocho murales a Essex, Inglaterra.
En el marco de una nueva iniciativa que mezcla justicia social y medioambiental, ocho artistas han creado inmensos murales y obras pintadas más pequeñas, para darle voz a los problemas más álgidos.
Uno de los murales más representativos de esta oleada de arte urbano, es el realizado en Basildon, una construcción fundada por el gobierno, para albergar a los londinenses reubicados tras la Segunda Guerra Mundial.
Basildon está marcada por su arquitectura brutalista, un estilo arquitectónico que se asoció con las ideologías de utopías sociales que tendían a promover sus diseñadores. La idea del brutalismo, como bien dice el nombre, es expresar los materiales en bruto.
“Queremos invita a la cultura a plantearse nuevas soluciones a viejos problemas para abordar nuestra relación con el espacio público y con los demás”, dice un comunicado.
¡Siempre es bueno ver como el arte puede transformarse en mensajes que pueden cambiar el mundo!. Podeis ver más del proyecto en (Instagram).
