Es difícil contemplar las ilustraciones de Kouki Ikegami y no sentir que estás mirando el arte conceptual de una hermosa película de anime. El talentoso ilustrador japones tiene una hermosa manera de convertir simples entornos cotidianos en encantadores y nostálgicos mundos de arte.
Dos versiones de su magnífica “Una gran nube y un pequeño cruce de ferrocarril” basada en una típica estación japonesa.
La atención de Ikegami a los detalles de los escenarios y fondos de la vida real hace que algunas de sus ilustraciones se comparen con las bellísimas películas animadas de Makoto Shinkai o el Estudio Ghibli. Detalles finos y cuidados, como el desgaste de algunas estructuras de edificios, las letras de los carteles,… hacen que las ilustraciones parezcan verdaderas fotografías reales.