El escultor americano Ken Kelleher es uno de los artistas más incomprendidos de nuestro tiempo, la mayoría de los admiradores de su obra confiesan no saber exactamente qué es lo que hace.
Aunque Kelleher siempre ha considerado la escultura su pasión, primero se dedicó a la publicidad y tras trabajar en ello como director creativo, hoy, veinte años años después, ha vuelto a tener la escultura como su actividad de tiempo completo.
Ken Kelleher reimagina digitalmente los espacios públicos con arte abstracto, pero también tiene piezas reales instaladas en Nueva York, Doha, Qatar, China y una en producción para Indonesia.
El ahora escultor colabora con arquitectos, planificadores, galerías, museos, diseñadores y promotores para crear formas y experiencias escultóricas únicas para espacios públicos, privados y corporativos.
“Mi trabajo tiene que ver con la creación de lugares, con la creación de obras que respondan al espacio que las rodea y con la creación de deleite, la información de la imaginación y la participación de la conciencia” Confiesa Kelleher
Ya sea un lugar personal, corporativo, comunal o institucional, ve el arte como un medio de compromiso para provocar el pensamiento, el diálogo, la introspección y la conversación, así no sean reales y sean sus obras imaginarias digitalizadas y puestas en un lugar real a manera de render esperando ser materializados.
“Algunos artículos sobre mi trabajo han hecho parecer que los renders que hago son el arte, pero en realidad, los diseños que hago están pensados para ser construidos. Me he asociado con algunos de los mejores equipos de fabricación del mundo para fabricarlos e instalarlos” Explica el escultor.
Realmente son obras geniales, creativas que logran el objetivo de generan pensamiento, diálogo e introspección que propone Kelleher.
Podeis conocer más sobre el trabajo de este excéntrico escultor en su (web) y seguirlo en su (Instagram).
