Antonius Bui destaca la flexibilidad y la evolución de la identidad, así como el valor de la comunidad, mediante una serie de retratos impregnados de afecto. Intrincadas formas cortadas a mano y diseños geométricos envuelven y moldean a los personajes de Bui, que abarcan desde familiares directos y adoptivos hasta amigos y colegas. Con pinceladas de azul profundo o trazos de tinta que emiten un resplandor cálido en áreas más pequeñas, sus obras monumentales están repletas de narrativas ocultas que se desvelan a través de retratos más diminutos y escenas de la vida cotidiana integradas en el núcleo de la imagen.