En la fotografía surrealista de Ben Zank, lo cotidiano se cruza con lo extraño. En la calle, en obras de construcción o en prados cubiertos de vegetación, las fotografías sorprenden a los personajes en posiciones claramente incómodas. Estas imágenes representan las experiencia del artista y las emociones que experimenta en relación a estos espacios.
Detrás de cada imagen de Zank hay una historia simbólica en donde cada cuerpo se hace uno con el entorno y se funde con el fondo, las líneas y la forma de un cuerpo continúan a través de un o se disuelven en él. De esta manera, Zank logra transmitir sus retratos sin la necesidad de mostrar su rostro, evitando así desviar la atención del resto de los elementos.
La fotografía surrealista de Ben Zank son un medio de expresión de sus emociones
Con frecuencia, su trabajo es una respuesta espontánea a su entorno más cercano y lo usa como medio de expresión de emociones cuando las palabras no son suficientes. Normalmente, en sus fotos Ben desafía al observador mediante dramatismos y trucos de camuflaje. Según el artista, su mayor logro es hacer que una pequeña escena con un entorno adecuado parezca mucho más grande de lo que es. Los trazos y el evidente riesgo son otros recursos usuales de Zank que normalmente neutraliza con un toque de humor.
Ben empezó a fotografiar a los dieciocho años, cuando descubrió una Pentax ME Super en el trastero de su abuela. A partir de ese momento Ben ha conseguido posicionarse en la lista de los nombres más importantes de los fotógrafos surrealistas. Sus primeras fotos eran autorretratos y, poco a poco, fueron abriéndose paso a un universo creativo completamente sorprendente, impactante y peculiar.
Ben Zank (web) es muy joven y creativo, con 31 años ha logrado crear una comunidad inmensa al rededor de su trabajo, ya cuenta con casi 200.000 seguidores en Instagram, seguidlo, su fotografía es un contenido que no podéis dejar pasar.
