Pongámonos en situación: El aire es denso, con niebla y bajo. Transeúntes con caras manchadas moviendose sobre un telón de fondo de interminables bloques de edificios y un brillo sobre el asfalto mojado, iluminado por el neón de los carteles de las tiendas, los sex shops y los kioscos de kebab. No se trata de fotografías de una nueva película de Ridley Scott o David Lynch, sino de un relato que documenta las vidas de los suburbios de Moscú, un proyecto del fotógrafo Konstantin Vikhrov.
El proyecto se centra en los detalles mundanos de la vida cotidiana suburbana, donde la gente sale de las profundidades del metro y se apresura a volver a casa en un paisaje tan familiar que podría pasar desapercibido en muchas ciudades rusas pero que para algunos nos es algo lejano. El resultado canaliza un sorprendente mundo cyberpunk, transformando los suburbios de Moscú y las ciudades de la capital en las afueras de una metrópoli distópica.