En todo el mundo, el aumento de las temperaturas y los desequilibrios de los ecosistemas debidos a la crisis climática han provocado un aumento anual del número de incendios forestales. En Brasil, por ejemplo, se han registrado más de 180.000 focos este año hasta mediados de septiembre, el mayor número desde 2010. A medida que la deforestación reduce las precipitaciones, el ciclo catastrófico de sequía e incendios forestales no ha hecho más que reforzarse.
Para Eduardo Kobra, el número sin precedentes de incendios incontrolados ha dado lugar a una nueva serie de obras de arte que llaman la atención sobre esta preocupante realidad. Mientras los incendios afectaban por igual a zonas rurales y urbanas, incluida la ciudad de Araçariguama -a poco más de 50 km de São Paulo-, el artista eligió una zona abrasada por las llamas para documentar una colección de intervenciones temporales.
Llamando la atención sobre la fauna y los hábitats que están siendo destruidos, Kobra retrata pájaros, monos, osos hormigueros y otras criaturas rodeadas de bosque quemado. En una obra, un bombero asiste a una cría de jaguar, y en otra -un signo de esperanza- un niño riega una planta que está brotando.
Kobra es conocido por sus murales a gran escala en edificios de todo el mundo, que hacen hincapié en retratos vibrantes y guiños a la cultura pop a través de patrones geométricos característicamente brillantes. Con materiales biodegradables, su nueva serie de paneles recortables utiliza una escala relativamente menor para abordar un tema enormemente crítico.