El artista de Ohio Glen Taylor, repara vajillas de porcelana con violentos trozos de metal y soldaduras, que contrastan lo suave y delicado de la porcelana con lo agresivo del metal y las púas.
Inspirado en el Kintsugi (“carpintería dorada”), el arte japonés de reparar cerámica rota con laca espolvoreada o mezclada con oro, plata o platino en polvo.
A diferencia de la práctica japonesa milenaria, Taylor utiliza alambre de púas, cubiertos deslustrados, páginas de libros viejos y cordeles multicolores forman una parte de los objetos domésticos.
Enfatizando y tomando como proceso personal la filosofía de la reparación que trata la rotura como parte de la historia de un objeto, más que como algo que hay que disimular, Taylor dice:
“Cuando comencé a reparar y recrear mi cerámica rota, la terapia personal y la curación se convirtieron en el punto central”, dice. “Llegué a una edad en la que comencé a clasificara través del bagaje emocional de mi vida, y los elementos de mi trabajo se hicieron evidentes ”.
Taylor ha utilizado su arte de reparar porcelanas, en parte de sus proceso de vida, de sanar dolores y quiebres dentro de si mismo.
proceso
Ahora Taylor reúne materiales en subastas y ventas de propiedades, eligiendo piezas que provocan una respuesta emocional o nostalgia por su infancia, aunque algunos objetos tienen una conexión más personal.
En los últimos meses, la obra de Taylor ha crecido muchísimo y cuenta que esta preparando una exposición para otoño, mientras tanto os dejamos su (web) para que veáis toda su obra y su (Instagram) para que no le perdáis la pista.
Os dejamos dos obras que se relacionan mucho con esta forma de arte entre destrucción, belleza, destrucción y fragilidad.
“Cerámica rota: la belleza de la destrucción” y “Fuerza y destrucción en la frágil obra de cerámica de Helena Hauss”.