El fotógrafo y escultor japonés Yuichi Ikehata crea estas esculturas realistas de partes del cuerpo humano a base de materiales como la arcilla, el alambre y papel, para acercarnos a mundos irreales y crear una memoria a largo plazo, una serie fotográfica y escultural que «pone al público en la posición ambigua de saber lo que es real y qué no».
El artista de 40 año de edad, vive y trabaja en Chiba, Japón. La comprensión de Ikehata de la realidad proviene de pequeños fragmentos de momentos hermosos y tristes. A menudo vienen días cuando no ocurre nada especial en absoluto. «Recuperar esos momentos fragmentados y reconstruirlos como imágenes surrealistas,» explica el artista.