Nathan Lorenzana es un artista guatemalteco que ha captado la atención del mundo del arte por sus dibujos fotorrealistas hechos con un bolígrafo común. Lorenzana estudió diseño gráfico en la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, pero su amor por el arte visual se remonta a su niñez, cuando se sintió atraído por el arte en las tiras cómicas de los periódicos a la temprana edad de 18 meses.
Desde muy joven, Lorenzana mostró un talento innato para el dibujo, percibiendo la luz y la sombra de una manera que sus compañeros de la misma edad no parecían notar. Recuerda cómo dibujaba y pintaba cosas de manera más tridimensional que los demás niños, tratando de captar cómo se veían realmente las cosas en la vida real.
Además de su habilidad para el dibujo, Lorenzana también ha demostrado una inclinación hacia la invención desde que era un niño. Aunque finalmente se dio cuenta de que no era fuerte en matemáticas, esta creatividad y capacidad para pensar de manera innovadora se ha traducido en su enfoque hacia el arte y el diseño gráfico.
Lorenzana comenzó a hacer retratos para su familia y sus amigos cuando tenía 15 años, después de perfeccionar sus habilidades con los pasteles y los óleos. Su talento fue rápidamente reconocido y pronto comenzó a recibir encargos para realizar retratos y pinturas.
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A pesar de estar ocupado con varios proyectos, Lorenzana mantiene una perspectiva fresca y evita el agotamiento rotando constantemente entre diferentes tipos de trabajo, como proyectos de diseño, enseñanza de arte y creación de obras de arte. También encuentra que el ejercicio físico, como correr o jugar al baloncesto, puede ayudar a desbloquear su proceso creativo y a mantener el flujo de ideas.
En cuanto a su medio artístico, Lorenzana ha evolucionado desde el uso de bolígrafos y lápices de colores cuando tenía 8 años hasta su actual preferencia por los bolígrafos. Le gusta el desafío que representan los bolígrafos, ya que no se puede borrar si se comete un error. Descubrió el arte con bolígrafo de manera más seria después de su divorcio, cuando buscaba reinventarse y encontró en el bolígrafo común un medio que le hablaba.
La vida y las experiencias personales de Lorenzana también influyen en su trabajo. A menudo representa figuras atractivas y relajadas, que reflejan su deseo de relajación en contraste con su intensidad de trabajo. Su obra es principalmente de naturaleza juguetona y relajada, lo que, según él, compensa su tendencia a ser muy intenso con su trabajo e ideas.
El estudio de Lorenzana consta de tres mesas de dibujo de diferentes tamaños, repartidas por su casa para mantener un ambiente estimulante. Aunque principalmente utiliza Photoshop para editar sus referencias finales antes de dibujar, también utiliza varias aplicaciones en su teléfono para probar ideas sobre la marcha.
