Las pinturas de Darío Maglionico de jóvenes en sus apartamentos compartidos no parecen estar muy lejos de la realidad. Excepto que a pesar de la precisión fotográfica de los mundos hábilmente trabajados de Darío, los habitantes se multiplican , ya sea mezclándose con los muebles o desapareciendo a trozos.
Con sede en Milán, Darío es un artista autodidacta, algo difícil de creer teniendo en cuenta sus impecables creaciones intrincadas y realistas. Las escenas pintadas de Darío capturan con una habilidad asombrosa los detalles de la vida cotidiana.