OscuroClaro

El mundo de la fotografía desde que nació en el año 1826 ha traído consigo un sin fin de imágenes que nunca olvidaremos. Este es un viaje a través del tiempo, mediante esta recopilación de las 20 fotografías más famosas de la historia.

Hoy en día, la fotografía es una parte integral de nuestras vidas. Gracias a los smartphones, todos somos fotógrafos. Pero, ¿qué hace que una imagen se convierta en una de las fotografías más famosas de la historia? Sumérgete con nosotros en un recorrido visual a través de los momentos que definieron el arte de la fotografía.

Imágenes que marcaron los sucesos mas importantes de nuestro mundo, recuerdos de lo que no deseamos que vuelva a ocurrir o la primera fotografía de la historia, son algunos de los ejemplos que os mostramos.

Gracias a esos fotógrafos que captaron el momento, conservamos estos archivos que quedarán marcados para la posteridad.


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Desde los primeros días de la fotografía, las imágenes han tenido el poder de captar la esencia de un instante, contar una historia o evocar emociones profundas. Las fotografías más famosas de la historia nos conectan con momentos y personajes que de otro modo solo conoceríamos a través de textos.

Inmolación de monje budista, 1963. Fotografía de Malcolm Browne

Entre las fotografías más famosas de la historia que han dejado una huella imborrable en la conciencia colectiva, se encuentra la impactante imagen de la Inmolación de un monje budista en 1963, capturada por el fotoperiodista estadounidense Malcolm Browne.

El 11 de junio de 1963, Thich Quang Duc, un monje budista vietnamita, se inmoló en una concurrida intersección de Saigón como forma de protesta contra la persecución de los budistas por el gobierno de Vietnam del Sur. Browne estaba allí para documentar este acto extremo de protesta pacífica.

La imagen captura un momento de intensa tranquilidad y horror, con el monje sentado en posición de loto, inmóvil en medio de las llamas. La fotografía de Browne capturó la atención del mundo, llevando la atención internacional a la crisis en Vietnam.

Este acto, y la fotografía que lo inmortalizó, tuvo un impacto significativo en la política de Vietnam y en la percepción mundial de la guerra en Vietnam. La imagen sigue siendo un poderoso recordatorio del sacrificio extremo y la resistencia pacífica.

Inmolación de monje budista, 1963. Fotografía de Malcolm Browne

Almuerzo en lo alto de un rascacielos, 1932. Fotografía de Charles C. Ebbets

La fotografía muestra a once obreros sentados en una viga de acero, sin ninguna seguridad visible, disfrutando de su almuerzo mientras están suspendidos en el aire sobre el paisaje urbano de la ciudad de Nueva York. Esta imagen fue tomada durante la construcción del edificio RCA en el Rockefeller Center.

Ebbets capturó a estos trabajadores en su rutina diaria, pero de una manera que resaltaba la vertiginosa altura a la que trabajaban. Esta fotografía se convirtió en un símbolo de la construcción en altura y de la audacia de los trabajadores del acero durante la era de la construcción de los rascacielos.

A pesar de las especulaciones sobre si la imagen fue escenificada o no, su impacto no se puede negar. “Almuerzo en lo alto de un rascacielos” sigue siendo una de las fotografías más reconocibles y celebradas del siglo XX, un testimonio del ingenio humano y del espíritu indomable de los trabajadores que ayudaron a construir algunas de las estructuras más emblemáticas de Nueva York.

Almuerzo en lo alto de un rascacielos, 1932. Fotografía de Charles C. Ebbets

Fuego en la calle Marlborough, 1975. Fotografía de Stanley J. Forman

Stanley J. Forman, fotoperiodista galardonado con el Premio Pulitzer, capturó una de las fotografías más famosas y desgarradoras de la historia, conocida como “Fuego en la calle Marlborough” .

La fotografía muestra a una joven madre y a su hija cayendo desde un balcón de un edificio en llamas en Boston. Forman estaba trabajando para el Boston Herald American en aquel tiempo y llegó al lugar justo a tiempo para capturar este momento aterrador.

La escalera de rescate estaba a punto de alcanzar a las dos víctimas cuando el soporte de la cornisa cedió, resultando en la caída de ambas. La madre, Diana Bryant, murió a causa de las lesiones, pero su hija, Tiare Jones, sobrevivió, ya que su caída fue amortiguada por el cuerpo de Bryant.

La fotografía tuvo un impacto profundo, no solo porque capturó un momento de horror y tragedia, sino también porque provocó un cambio significativo en las leyes de seguridad contra incendios en todo Estados Unidos. La imagen sirvió como un llamado a la acción y condujo a una revisión más estricta de las regulaciones de seguridad en los edificios.

“Fuego en la calle Marlborough” es un ejemplo de cómo una fotografía puede ser más que una imagen; puede ser un catalizador para el cambio y tener un impacto duradero en la sociedad.

Fuego en la calle Marlborough, 1975. Fotografía de Stanley J. Forman

Monstruo del lago ness, 1934. Fotografía de Ian Wetherel

Una de las fotografías más famosas y controvertidas de todos los tiempos es la imagen del supuesto “Monstruo del lago Ness”, tomada en 1934 por Ian Wetherell, hijo del teniente coronel Robert Kenneth Wilson. La fotografía, también conocida como “la fotografía del cirujano”, fue atribuida a Wilson, un cirujano londinense, ya que él la presentó al periódico Daily Mail. Por esta razón, la imagen a menudo se atribuye erróneamente a Wilson.

La imagen muestra una criatura con un cuello largo y delgado que emerge de las aguas del lago Ness en Escocia. Durante décadas, esta fotografía fue considerada como la prueba definitiva de la existencia del monstruo legendario conocido como Nessie.

Sin embargo, en 1994, se reveló que la fotografía era en realidad un engaño elaborado. Christian Spurling, hijastro de Wetherell, confesó en su lecho de muerte que había ayudado a construir un modelo de madera y plástico para crear la ilusión de un monstruo en el agua. La trama fue concebida por Wetherell y su padre como venganza contra el Daily Mail por haberlos humillado en un incidente anterior relacionado con la búsqueda del monstruo.

A pesar de ser desacreditada, la imagen del “Monstruo del lago Ness” sigue siendo un símbolo de la fascinación humana por los misterios y lo desconocido, y ha inspirado innumerables búsquedas, investigaciones y teorías sobre la existencia de criaturas ocultas en las profundidades de nuestros lagos y océanos.


Monstruo del lago ness, 1934. Fotografía de Ian Wetherell

El Hombre del Tanque, Plaza de Tiananmen, 1989. Fotografía de Jeff Widener

Una de las fotografías más icónicas de la historia es sin duda la capturada por Jeff Widener en 1989, conocida comúnmente como “El Hombre del Tanque”. Esta imagen se convirtió en un potente símbolo de resistencia y coraje humano.

El 5 de junio de 1989, al día siguiente de la violenta represión de las protestas pro-democracia en la Plaza de Tiananmen en Pekín, China, Widener capturó la imagen de un hombre solitario, de pie frente a una columna de tanques que avanzaban. A pesar de la inmensidad del poder militar que se le presentaba, el hombre, cuya identidad aún se desconoce, se negó a moverse.

La imagen muestra al “Hombre del Tanque” en posición central, de pie frente a los tanques, creando una composición poderosa y emotiva. Esta fotografía trascendió las fronteras, convirtiéndose en un símbolo universal de resistencia pacífica frente a la opresión.

La fotografía de Widener no solo capturó un momento decisivo en la historia, sino que también captó la esencia del espíritu humano y su capacidad para resistir ante la adversidad. Aunque la imagen fue censurada en China, su impacto y significado resuenan en todo el mundo hasta el día de hoy.

Plaza de Tiananmen, 1989. Fotografía de Stuart Franklin Magnum

Bandera Sovietica en el Reichstag, 1945. Fotografía de Yevgeny Khaldei

La fotografía de la Bandera Soviética en el Reichstag es sin duda una de las fotografías más representativas de la historia, capturada por el fotógrafo soviético Yevgeny Khaldei en 1945.

La imagen retrata a dos soldados soviéticos izando la bandera de la Unión Soviética en lo alto del edificio del Reichstag en Berlín, simbolizando la victoria de las fuerzas aliadas sobre la Alemania nazi al final de la Segunda Guerra Mundial en Europa.

Khaldei había hecho la bandera roja de tres sábanas de mesa y la llevó consigo desde Moscú. Aunque la foto fue posada y fue tomada días después de que los soviéticos tomaran Berlín, la imagen de los soldados en la cima del edificio bombardeado se convirtió en un poderoso símbolo de la derrota del Tercer Reich.

La fotografía también ha sido objeto de controversia. Khaldei manipuló la imagen original, eliminando los relojes de pulsera de uno de los soldados para evitar sugerencias de saqueo, pero os mostramos la original. A pesar de esto, la imagen sigue siendo una de las más icónicas del siglo XX, capturando un momento decisivo en la historia mundial.

Bandera Sovietica en el Reichstag, 1945. Fotografía de Yevgeny Khaldei

Bomba de Nagasaki, 1945. Fotografía del archivo de la U.S. Air Force

El 9 de agosto de 1945, tres días después de la devastación de Hiroshima por la primera bomba atómica, Estados Unidos lanzó una segunda bomba atómica, apodada “Fat Man”, sobre la ciudad japonesa de Nagasaki. La fotografía captura el momento en que la nube en forma de hongo, ahora sinónimo de la destrucción nuclear, se eleva sobre la ciudad.

La bomba aniquiló la ciudad, causando la muerte inmediata de aproximadamente 40,000 personas y miles más en los años siguientes debido a las lesiones y la radiación. La devastación finalmente llevó a Japón a rendirse, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.

La fotografía de la Bomba de Nagasaki es una poderosa recordatoria de la devastación que las armas nucleares pueden causar y un símbolo de la necesidad de la paz y el desarme nuclear. Es una de las imágenes más emblemáticas del siglo XX y su legado perdura como un recordatorio de los horrores de la guerra y la destrucción nuclear.

Bomba de Nagasaki, 1945. Fotografía del archivo de la U.S. Air Force

2pac antes de ser disparado y asesinado, Las Vegas, 1996.

El legendario rapero Tupac Shakur, conocido también como 2Pac, fue fotografiado en Las Vegas el 7 de septiembre de 1996, horas antes de ser disparado en un tiroteo tras asistir a un combate de boxeo en el MGM Grand. Esta es una de las fotografías más famosas y trágicas del mundo del hip-hop.

La fotografía muestra a 2Pac sentado en el asiento del copiloto de un automóvil BMW, al lado del productor musical Suge Knight, que conducía el vehículo. La imagen captura la intensidad y el carisma que hicieron de 2Pac un ícono de la música.

Desafortunadamente, el autor de esta histórica fotografía no está claramente identificado. Se cree que fue tomada por un paparazzi o un fan, pero a pesar de numerosas especulaciones y teorías, el nombre del fotógrafo nunca ha sido confirmado oficialmente.

Más tarde esa noche, un coche desconocido se acercó al BMW en el que 2Pac estaba viajando y abrió fuego. Shakur fue golpeado varias veces y murió seis días después debido a sus heridas. Su asesinato sigue siendo un misterio sin resolver y ha alimentado numerosas teorías de conspiración a lo largo de los años.

La fotografía de 2Pac en Las Vegas ha llegado a ser vista como un ominoso presagio de su destino y es un recordatorio constante de su legado y del impacto perdurable que tuvo en la música y la cultura.

2pac antes de ser disparado, Las Vegas, 1996.

Falling man en los atentados del 11S de Nueva york, Richard Drew

La fotografía “Falling Man” captura el horror del fatídico 11 de Septiembre de 2001 de una manera que pocas otras lo han hecho. Muestra a un hombre cayendo de cabeza desde la Torre Norte del World Trade Center, después de que fue golpeada por uno de los aviones secuestrados.

La identidad del “Falling Man” ha sido objeto de mucho debate y especulación, pero nunca se ha confirmado de manera concluyente. Sin embargo, lo que sí está claro es que la imagen representa la desesperación y el horror que muchas personas experimentaron ese día.

La imagen de “Falling Man” fue inicialmente considerada demasiado perturbadora y fue poco vista en los días posteriores a los ataques. Sin embargo, con el tiempo, la fotografía ha llegado a ser reconocida como una representación icónica de la tragedia del 11 de septiembre. A pesar de su naturaleza perturbadora, la imagen de Drew es un recordatorio importante de la realidad brutal de ese día y del impacto duradero que tuvo en el mundo.

Caída de un hombre 11s en las torres gemelas

Hitler en París, 1940. Fotografía de la colección Heinrich Hoffman

Una de las fotografías más infames y simbólicas de la Segunda Guerra Mundial es la imagen de Adolf Hitler en París, tomada en 1940. Esta foto proviene de la colección de Heinrich Hoffmann, el fotógrafo personal de Hitler.

La fotografía muestra a Hitler en un recorrido por la capital francesa después de su ocupación por las fuerzas alemanas. En la imagen, Hitler y sus altos oficiales están frente a la Torre Eiffel, uno de los monumentos más emblemáticos de París. Hitler está de pie en el centro, dominando la escena.

La imagen fue tomada el 23 de junio de 1940, solo unos días después de que Francia firmara un armisticio con Alemania. El viaje de Hitler a París fue breve, duró solo unas pocas horas, pero la imagen de él en la ciudad ocupada fue una poderosa herramienta de propaganda nazi.

A pesar de su origen propagandístico, la fotografía también sirve como un recordatorio de la oscuridad de la ocupación nazi y de las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial. La imagen de Hitler en París es un testimonio sombrío de un período de la historia que no debe ser olvidado.

Adolf Hitler en París, 1940. Fotografía de la colección Heinrich Hoffman

Alzando la bandera en Iwo Jima, 1945. Fotografía de Joe Rosenthal

La fotografía “Alzando la bandera en Iwo Jima” de Joe Rosenthal es una de las imágenes más emblemáticas y famosas de la Segunda Guerra Mundial. Tomada el 23 de febrero de 1945, la foto representa a seis marines estadounidenses alzando una bandera de los Estados Unidos en la cima del monte Suribachi, durante la batalla de Iwo Jima.

La imagen se convirtió rápidamente en un poderoso símbolo de victoria y camaradería para los aliados. La composición de la foto, con los marines trabajando juntos para izar la bandera en medio del caos de la batalla, captura una sensación de triunfo y determinación que resonó profundamente en un país agotado por la guerra.

La fotografía le valió a Rosenthal el Premio Pulitzer de Fotografía en 1945 y se convirtió en la única fotografía en ganar el premio en el mismo año en que fue tomada.

A pesar de la controversia inicial sobre si la imagen había sido posada (Rosenthal tomó la foto durante el segundo izado de la bandera ese día, el primero fue con una bandera más pequeña), la imagen se ha mantenido como una representación icónica del valor y la resiliencia de los soldados en la guerra.

La “Alzando la bandera en Iwo Jima” de Rosenthal no solo captura un momento decisivo en la historia de la Segunda Guerra Mundial, sino que también encapsula el espíritu de sacrificio, coraje y camaradería que definió a la generación de la guerra.

Alzando la bandera en Iwo Jima, 1945. Fotografía de Joe Rosenthal

El beso en el Hotel de Ville, Paris, 1950. Fotografía de Robert Doisneau

La fotografía conocida como “El beso en el Hotel de Ville” es una de las imágenes más románticas y emblemáticas del siglo XX. Fue capturada en 1950 por el reconocido fotógrafo francés Robert Doisneau.

La imagen muestra a una pareja besándose apasionadamente en una concurrida calle de París, frente al Hôtel de Ville (Ayuntamiento de París). La escena espontánea y llena de vida captura la esencia del amor y la intimidad en un entorno urbano.

Aunque inicialmente se creía que la fotografía era un momento espontáneo capturado en la vida real, más tarde se reveló que fue escenificada por Doisneau con la ayuda de dos modelos. Sin embargo, esto no disminuye el encanto y la resonancia de la imagen.

“El beso en el Hotel de Ville” se ha convertido en un símbolo duradero del romanticismo y la pasión. La fotografía captura la magia del amor en un lugar cotidiano, transportando a los espectadores a un momento de felicidad y conexión emocional. Ha sido ampliamente reproducida y se ha convertido en un ícono del arte fotográfico y de la ciudad de París.

El beso en el Hotel de Ville, Paris, 1950. Fotografía de Robert Doisneau

Muhammad Ali vs Sonny Liston, 1965. Fotografía de Donald L. Robinson

La fotografía de Muhammad Ali (entonces conocido como Cassius Clay) enfrentándose a Sonny Liston en 1965 es una imagen icónica del mundo del boxeo y del propio Ali. La fotografía fue capturada por Donald L. Robinson durante la pelea por el campeonato mundial de peso pesado en Miami Beach, Florida.

La imagen muestra a Ali parado sobre el ring, con los puños en alto y una expresión de determinación en su rostro, mientras Liston yace en el suelo después de ser noqueado en el primer asalto. Esta fotografía se ha convertido en una de las imágenes más reconocidas y emblemáticas de Ali y de la historia del boxeo.

La pelea entre Ali y Liston fue histórica, ya que Ali era considerado un retador poco probable ante el campeón invicto Liston. La sorprendente victoria de Ali en ese combate marcó un hito en su carrera y lo catapultó a la fama mundial.

La fotografía de Robinson captura la emoción y la fuerza de Ali en su juventud, representando su estilo único y su carisma en el ring. La imagen ha sido ampliamente reproducida y se ha convertido en un símbolo perdurable de Ali como un ícono deportivo y un luchador legendario.

Muhammad Ali vs Sonny Liston, 1965. Fotografía de Donald L. Robinson

La niña afgana, 1985. Fotografía de Steve McCurry

La fotografía de “La niña afgana” es una de las imágenes más icónicas y reconocidas del fotoperiodismo. Fue tomada por el fotógrafo estadounidense Steve McCurry en 1985 durante su cobertura de la guerra soviético-afgana.

La imagen muestra el rostro de una joven niña afgana con ojos cautivadores y expresivos, que transmiten una mezcla de inocencia y determinación. La niña, cuyo nombre es Sharbat Gula, tenía aproximadamente 12 años en el momento de la fotografía.

La fotografía se publicó por primera vez en la revista National Geographic en 1985 y se convirtió rápidamente en un símbolo de la difícil situación de los refugiados afganos y de los estragos de la guerra. La intensidad y la belleza de los ojos de la niña capturaron la atención de millones de personas en todo el mundo.

Después de su publicación, la identidad de la niña fue desconocida durante muchos años, hasta que fue encontrada en 2002 y se reveló su historia. La fotografía se convirtió en un ícono de la lucha de los refugiados y en un recordatorio de la humanidad detrás de los conflictos.

“La niña afgana” de Steve McCurry es un testimonio poderoso de la fuerza y la resiliencia del espíritu humano en medio de la adversidad. La imagen continúa resonando como un símbolo de la infancia perdida y la lucha por la dignidad en tiempos de guerra.

La niña afgana, 1985. Fotografía de Steve McCurry

Omaha Beach, Normandía, Francia, 1944. Fotografía de Robert Capa

La fotografía de “Omaha Beach” capturada por Robert Capa el 6 de junio de 1944, durante el desembarco de Normandía, es una de las imágenes más icónicas y conmovedoras de la Segunda Guerra Mundial. Esta fotografía es un testimonio visual de la cruda realidad y el sacrificio humano en uno de los momentos clave de la guerra.

La imagen muestra a un soldado estadounidense, identificado como el soldado de primera clase Huston Riley, luchando por avanzar en la sangrienta playa de Omaha. Capa logró capturar el caos y el peligro del desembarco a través de su estilo fotográfico arriesgado y cercano, sumergiéndose en la acción misma de la batalla.

La fotografía transmite una sensación de tensión y heroísmo, mostrando a los soldados enfrentándose a las adversidades y arriesgando sus vidas en aras de la liberación de Europa. La imagen es un testimonio gráfico de la brutalidad y el coraje que caracterizaron el Día D.

Es importante mencionar que Capa estuvo presente en el desembarco y capturó varias imágenes notables ese día, aunque se ha debatido sobre la autenticidad de algunas de ellas debido a un incidente de procesamiento de película que dañó parte de su trabajo.

A pesar de las controversias, la fotografía de “Omaha Beach” sigue siendo un poderoso recordatorio de los horrores de la guerra y del sacrificio realizado por los soldados para asegurar la libertad y la paz. Es un testimonio de la valentía y la determinación humanas en los momentos más difíciles de la historia.

Omaha Beach, Normandía, Francia, 1944. Fotografía de Robert Capa

Muerte de un miliciano, España, 1936. Fotografía de Robert Capa

La imagen muestra el momento justo en que un miliciano republicano es alcanzado por una bala durante un combate en la región de Cerro Muriano, cerca de Córdoba. La fotografía captura la violencia y la crudeza de la guerra, mostrando el instante de la muerte del miliciano.

La composición de la imagen, con el cuerpo del miliciano en primer plano y sus compañeros en segundo plano, crea una sensación de caos y tragedia. La imagen evoca una mezcla de simpatía, dolor y asombro por la brutalidad del conflicto.

“Muerte de un miliciano” se ha convertido en un símbolo de la crueldad y la devastación de la guerra. La fotografía transmite el costo humano de los conflictos y el sufrimiento que padecen los soldados en el campo de batalla.

Robert Capa, conocido por su valentía y su estilo de fotografía arriesgado, fue uno de los fotoperiodistas más influyentes del siglo XX. Su trabajo en la Guerra Civil Española y otras guerras dejó un impacto duradero en el fotoperiodismo, y “Muerte de un miliciano” es un ejemplo destacado de su habilidad para capturar momentos críticos y transmitir la realidad de la guerra al mundo.

Muerte de un miliciano, España, 1936. Fotografía de Robert capa

Conrad Schumann, Berlin, 1961. Fotografía de Peter Leibing

La fotografía de Conrad Schumann capturada en Berlín en 1961 es una imagen emblemática que simboliza la división de Alemania durante la Guerra Fría. La foto fue tomada por el fotógrafo Peter Leibing durante la construcción del Muro de Berlín.

La imagen muestra a Conrad Schumann, un soldado de la Alemania Oriental, saltando el alambre de púas que dividía la ciudad para escapar al lado occidental. La fotografía captura el momento en que Schumann realiza su histórica huida.

La imagen es un símbolo poderoso de la lucha por la libertad y la búsqueda de una vida mejor. Schumann, en su desesperación por escapar del régimen comunista, se convirtió en un símbolo de la división ideológica y política que prevalecía en ese momento.

La fotografía captura la determinación y el coraje de Schumann, quien tomó una decisión arriesgada y trascendental en busca de la libertad. La imagen se ha convertido en un ícono que representa la lucha de las personas por la libertad y la búsqueda de una vida mejor, así como la opresión y la división causadas por la Guerra Fría.

La fotografía de Conrad Schumann tomada por Peter Leibing se ha convertido en un recordatorio histórico y poderoso de los eventos turbulentos de la época y del espíritu humano de aquellos que buscaron la libertad a cualquier costo.

Conrad Schumann, Berlin, 1961. Fotografía de Peter Leibing

La última casa en Gaza, 2005. Fotografía de Oded Balilty

“La última casa en Gaza” es una fotografía emblemática capturada por Oded Balilty en 2005, que muestra a una mujer palestina contra las fuerzas isrraelies frente a su hogar destruido en la Franja de Gaza. Esta imagen se ha convertido en un símbolo poderoso del conflicto israelí-palestino y ha sido reconocida internacionalmente.

La fotografía transmite una sensación de pérdida y desplazamiento. La mujer retratada representa a muchas familias palestinas que han perdido sus hogares debido al conflicto y se han visto obligadas a abandonar sus tierras.

“La última casa en Gaza” encapsula la realidad dolorosa y compleja del conflicto, donde las vidas de las personas y sus hogares quedan destrozados por la violencia y la política. La imagen evoca una profunda empatía por aquellos que han sido afectados por la guerra y los desplazamientos.

El impacto visual y simbólico de la fotografía ha contribuido a generar conciencia y a ampliar la comprensión de los desafíos y las luchas que enfrentan las personas en la Franja de Gaza. Además, ha ayudado a destacar la importancia de la paz y la resolución pacífica de conflictos para garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades involucradas.

La fuerza de uno, 2007. Fotografía de Oded Balilty

Che Guevara, 1960. Fotografía de Alberto Korda

La imagen muestra el rostro de Ernesto “Che” Guevara, líder revolucionario y figura central de la Revolución Cubana, mirando hacia el horizonte con una expresión intensa y determinada.

Tomada durante un acto público en La Habana, Cuba, la fotografía captura la pasión y el carisma del Che Guevara, así como su compromiso con la lucha revolucionaria y la búsqueda de la justicia social. La imagen ha sido ampliamente reproducida en innumerables formas, desde carteles y camisetas hasta murales y obras de arte, y se ha convertido en un símbolo global de resistencia y lucha por los derechos humanos.

La fotografía de Korda ha trascendido su contexto original y se ha convertido en un ícono cultural, asociada no solo con Guevara sino también con los ideales de justicia social y la lucha por los derechos de los oprimidos en todo el mundo. La imagen representa la rebelión y el espíritu revolucionario, y ha sido adoptada por movimientos sociales y culturales en todo el globo.

La fotografía de Korda del Che Guevara ha dejado una huella duradera en la historia y ha llegado a simbolizar la lucha contra la opresión y la búsqueda de un mundo más equitativo. Es un testimonio del poder del arte y la fotografía para influir en la conciencia colectiva y transmitir mensajes poderosos.

Che Guevara, 1960. Fotografía de Alberto Korda

La primera fotografía de la historia, 1826. Fotografía de Nicéphore Niépce

La primera fotografía de la historia, también conocida como “La vista desde la ventana en Le Gras”, fue tomada en 1826 por el inventor francés Nicéphore Niépce. Esta imagen representa un hito significativo en la historia de la fotografía, marcando el comienzo de una nueva era en la captura y preservación de imágenes.

La fotografía de Niépce fue tomada utilizando una técnica llamada “heliografía”, que implicaba la exposición de una placa recubierta de betún de Judea a la luz solar durante un largo período de tiempo. La exposición prolongada permitió que la luz incidiera en la placa y creara una imagen permanente de la vista desde la ventana de su casa en Le Gras, Francia.

La fotografía resultante muestra la silueta del edificio y los alrededores, aunque con una calidad y nivel de detalle limitados en comparación con las imágenes fotográficas modernas. Sin embargo, esta imagen pionera estableció los fundamentos de la fotografía y allanó el camino para los avances posteriores en la técnica y la tecnología.

La fotografía de Niépce es un testimonio del ingenio y la creatividad humana en la búsqueda de la representación visual. Es un recordatorio de cómo la fotografía ha evolucionado a lo largo del tiempo y se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas, capturando momentos y preservando recuerdos de una manera que antes era impensable.

La primera fotografía de la historia, 1826.  Fotografía de Nicéphore Niépce

Más información sobre Nicéphore Niépce

Extra: La primera fotografía de la Tierra desde la Luna, NASA

La primera fotografía de la Tierra desde la Luna fue tomada por la misión Apolo 8 de la NASA el 24 de diciembre de 1968. Durante esta histórica misión, los astronautas Frank Borman, Jim Lovell y William Anders se convirtieron en los primeros seres humanos en orbitar la Luna.

Fue en esa ocasión cuando la tripulación de la misión Apolo 8 capturó la icónica imagen conocida como “Earthrise” (amanecer de la Tierra). La fotografía muestra la superficie lunar en primer plano, con la Tierra surgiendo majestuosamente sobre el horizonte lunar.

“Earthrise” se convirtió en un símbolo emblemático de la exploración espacial y de la belleza y fragilidad de nuestro planeta. La imagen proporcionó una nueva perspectiva de la Tierra, mostrándola como un pequeño y frágil punto azul en medio del vasto espacio, lo que ayudó a generar una mayor conciencia sobre la importancia de proteger y preservar nuestro hogar.

Esta fotografía, junto con otras tomadas durante la misión Apolo 8, contribuyó al despertar de la conciencia ambiental y a un cambio en la forma en que la humanidad veía y valoraba la Tierra. Además, sirvió como una inspiración para futuras misiones espaciales y abrió el camino para el aterrizaje del Apolo 11 en la Luna en 1969.

La primera fotografía de la Tierra desde la Luna es un recordatorio duradero de nuestro lugar en el universo y de la belleza frágil y única de nuestro planeta azul.

La primera imagen de la tierra vista desde la luna

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