La artista y escultora Stéphanie Kilgast crea intensos mundos postapocalípticos llenos de corales, hongos y frondoso musgo. Utiliza como base utensilios desechables, arcilla pintada de colores y texturas increíbles.
Inspirada en las formas naturales, las obras de Stéphanie Kilgast son una oda a la naturaleza y a su biodiversidad actual. Plantas, hongos, insectos y otros animales se encuentran en un vibrante remolino de colores bajo su pincel o herramientas de escultura.
“Mi obra es una oda a la vida. Utilizo basura, objetos viejos y libros sobre los que creo una representación vibrante y abundante de plantas, animales y hongos”
Este encuentro salvaje de formas naturales y colores brillantes sobre objetos fabricados por el hombre cobran vida en su obra escultórica y pictórica.
A través de colores atrevidos y vibrantes, Kilgast crea un divertido mundo postapocalíptico y aunque aborda un tema complejo, como el impacto catastrófico de los desechos, busca que los espectadores que ven su obra, terminen con un sentimiento de felicidad y esperanza.
“En definitiva, a través de mi obra, me gustaría provocar el asombro de los vivos al tiempo que cuestiono el statu quo de nuestras sociedades actuales”. Declara Stéphanie Kilgast
Cada una de sus obras confronta el objeto creado a partir de los desechos, con el crecimiento natural de la naturaleza, imaginando un universo libre de humanidad y aún arruinado por sus hábitos de consumo descontrolado.
“En ese sentido, mi trabajo es alegre. Elimino la raíz del problema, nosotros, y dejo que todas las demás especies crezcan por encima de nuestros errores”
“La propia naturaleza está llena de colores brillantes. Es intrínsecamente bella, y mi obra es una oda a todas las especies vivas y existentes, (excepto) nosotros. La esperanza muere al final, así que sigo esperando que mi obra abra el debate, la reflexión y, finalmente, el cambio”.
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Podeis ver su proceso creativo en (Youtube) y seguir su trabajo en (Instagram).
