Glenn Brown un reconocido y veterano artista inglés, ha concebido un lenguaje artístico que evita la categorización, mezclando una gran variedad de períodos de tiempo y convenciones pictóricas en sus obras, a través de la referencia, la apropiación y la atención precisa a los detalles.
Sus impulsos “manieristas” (Manierismo es la denominación historiográfica del periodo y estilo artístico que se sitúa convencionalmente en las décadas centrales y finales del siglo XVI), provienen de su idea de dar nueva vida a la historia del arte, usando sus obras y su propio leguaje artístico como medio para la exploración de su obra.
Glenn Brown se ha decidido por líneas ondulantes que crean un laberinto de texturas y colores al rededor los personajes que dibuja, pero antes de empezar, Brown toma una imagen de origen, que luego altera de una manera surreal antes de pasarla al lienzo.
Cada uno de sus cuadros de acrílico y óleo identifican las posibilidades poco exploradas dentro de la imagen original, trazando líneas enredadas, diferentes y complejas, que refuerzan su misterioso estilo y hacen que su obra sean inquietantes, ya que la transformación de la la imagen original también enreda su narrativa.
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