Dos veces al año los cazadores de miel se reúnen en las estribaciones del Himalaya para arriesgar su vida y recolectar la miel de la abeja más grande y peligrosa del mundo.
La recolección de miel es una larga y sagrada tradición de cientos de años que han pasado de generación en generación y que aún se mantiene hasta la actualidad. Desgraciadamente con el aumento de las temperaturas provocadas por el cambio climático esta actividad se encuentra en declive.
El fotógrafo Andrew Newey se ha encargado de ilustrar con sus fotografías a estos cazadores desarrollando su trabajo y consiguiendo imágenes espectaculares y de una dureza extrema.
