Gregory Colbert es un cineasta y fotógrafo documentalista nacido en Toronto (Canadá) en el año 1960. Gregory, empezó en el cine haciendo documentales sociales para luego hacer fotografía artística, y en el año 1992 expuso, por primera vez, su obra gráfica en el museo Elíseo de Lausana, Suiza, y en la Galería Parco de Tokio, Japón.
Pero en abril de ese mismo año decidió desaparecer: renunció a su actividad cinematográfica y artística y se dedicó por entero, en el más absoluto silencio, a filmar y fotografiar la interacción entre el hombre y los animales (elefantes, cachalotes, manatíes, águilas, halcones, etc.) en el curso de 27 expediciones en la India, Ceilán, Tailandia, Egipto, Birmania, Dominica, Tonga y Azores.
Un mundo irreal en la fotografía de Gregory Colbert
Las fotografías introducen al hombre en un mundo casi irreal de perfecta sintonía entre el humano con los animales con imágenes que transmiten serenidad y silencio intentando que el espectador oiga y vea el mundo de otra manera.
En sus obras muestra lo absurdo de una civilización asentada en las tecnologías, que ha olvidado frecuentemente ese nexo sagrado entre hombre y naturaleza; un nexo que refulge en imágenes cargadas de lirismo que son un majestuoso alegato contra la degradación medioambiental.
En el año 2002, y después de ese largo período de trabajo, se plantó en Venecia y presentó su obra Ashes and Snow, considerada como una de las mayores exposiciones de un único autor. Ashes and Snow es una obra impresionante, simplemente por su valor y su calidad, pero además es la exposición de un artista vivo más visitada de la historia, con una asistencia de más de diez millones de personas.
Además según el autor ninguna de las imágenes se ha manipulado de forma digital para parecer un collage o está superpuesta, sino que las imágenes registran lo que el artista vio a través del objetivo de su cámara, y ese acabado tan especial es fruto de un proceso encaústico sobre papel japonés hecho a mano.
